La conectividad wifi permite transferir las fotos desde nuestra cámara a cualquier otro dispositivo para editarla y enviarla a clientes, redes sociales o páginas webs. Es el modo más rápido de conseguir que nuestras fotos estén en la red, o en manos del cliente. No llega a ser tan «instantáneo» como sacar las fotos y enviarlas con  propio  móvil, pero nos permite enviar fotos de gran calidad (de nuestra cámara reflex) en cuestión de minutos sin necesidad de cables.

Ya hemos tratado este tema en alguna ocasión: por qué la mayoría de las cámaras compactas disponen de conectividad wifi y las cámaras profesionales no? Cuál es la razón por la que las DSLR normalmente precisen de un dispositivo externo para transmitir las fotos a móviles, tablets u ordenadores via wifi?

Es algo que no termino de entender, y sólo lo explica el interés de las marcas por «encarecer» las cámaras al tener que comprar este artilugio por separado. Por suerte existen soluciones de otras marcas mucho más asequibles que las propuestas que las grandes nos ofrecen.

Es el caso de las tarjetas SD de Eye-Fi, una tarjeta de memoria que incorpora una conexión wifi de muy fácil configuración y que nos permitirá transferir las fotos a nuestro móvil en cuestión de segundos.

Yo empleo una de ellas constantemente. Mi forma de trabajo con ella es la siguiente: gracias a la doble ranura que dispongo en la cámara reflex, empleo la compact flash para almacenar las fotos que voy disparando y en la Sd tengo una Eye-Fi…cuando quiero transmitir una de las fotos, copio la imagen en la SD ( esta es una función que permiten todas las cámaras con doble ranura) y la transfiero al móvil.

Allí la edito con alguna app de edición de fotos (yo me decanto por Photogene) y la envio. En realizar todo el proceso apenas tardo un minuto, y la calidad es extraordinaria.

Este tipo de tarjetas llevan mucho tiempo ya en el mercado, y el asunto no lo traeríamos a la palestra de no ser porque estas tarjetas están cada vez a mejor precio.

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